Hoy repasamos los pasos para conseguir una deliciosa tortilla de patatas.
Pelamos las patatas en rodajas o a daditos - como os guste más - para freírlas. Es importante que las patatas sean buenas, ya que es la base de nuestra tortilla. Hay que freírlas en abundante aceite de oliva. Y ahora viene el dilema. ¿Con o sin cebolla? Eterna discusión. Nosotras optamos "sin" pero si la queréis "con" sólo tenéis que añadir la cebolla a las patatas.
Cuando las patatas estén doraditas - no muy hechas - las sacamos, quitamos el exceso de aceite y añadimos una pizca de sal.
Paralelamente, batimos los huevos. Con 4 o 5 será suficiente, dependiendo del tamaño y de la textura que queráis conseguir. Añadimos un poco de sal, y cuando las patatas estén templadas añadimos el huevo, y con un poquito de aceite en una sartén caliente, vertemos la mezcla. Es importante mantener el fuego a temperatura media. Ya que no queremos que se nos queme por fuera, y que tampoco nos quede cruda por dentro. Ese es el secreto de la tortilla de patatas. Nunca saldrán dos iguales.
¿Qué os parece foodies? ¿No nos ha quedado tan mal no? Os animamos a que comentéis cuáles son vuestros trucos para conseguir la tortilla perfecta y, sobretodo, ¿Sois de los que preferís la tortilla con o sin cebolla? :P
¡Volvemos mañana con un nuevo post de caprichos para foodies!
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